El braille es un sistema de signos que utilizan los ciegos para leer y escribir. A cada letra del alfabeto corresponde una serie de puntos distribuidos en diferentes formas sobre una superficie. No es un lenguaje sino un código que permite al ciego leer con sus manos, dedos, específicamente el tacto.
Fue inventado por un oficial de caballería Charles Barbier (1767-1861) para trasmitir mensajes que se pudieran leer en la oscuridad para que el enemigo no descubriera la posición de los soldados en el campo de batalla. Posteriormente fue adaptado por Luis Braille, de Francia, para enseñar a niños ciegos, pero le hizo modificaciones para su mejor uso, reduciendo a la mitad su tamaño.
Investigación con el código Braille en videntes
En un estudio publicado en el Journal Of Neurosciencie, realizado por la AMJM con la ayuda de la infraestructura de investigación CEPT entre 2007-2013 y con subvenciones del Centro Nacional de Ciencias de Polonia, titulado:
Dinámica temporal de la plasticidad de la materia blanca del cerebro en sujetos videntes durante el aprendizaje táctil de Braille: un estudio de imágenes de tensor de difusión longitudinal.
Se encontró que la materia blanca del cerebro humano cambia en respuesta al entrenamiento.
La plasticidad de la materia blanca inducida por el entrenamiento ocurre tanto dentro como más allá de la modalidad sensorial entrenada, así se observó reflejado en los aumentos de anisotropía fraccional y en la corteza somatosensorial y visual.
Se observó que los cambios ocurrieron en distintos tiempos, con un aumento lineal gradual de anisotropía fraccional a lo largo del entrenamiento en la corteza somatosensorial y una repentina plasticidad intermodal de la corteza visual después que la entrada del código braille se volviese lingüísticamente significativo.
La anisotropía es la propiedad del tejido cerebral normal que depende de la direccionalidad de las moléculas del agua y de la integridad de las fibras de sustancia blanca. (Romero, Ghisi, Mazzucco, Ternak, 2007)
Pudiendo comprobar esto porque se observó que los cambios de la materia blanca regresaban a la línea de base después del cese del aprendizaje en línea.
Estos resultados demostraron que la plasticidad de la materia blanca es un proceso altamente dinámico modulado por la introducción de nuevas experiencias.
Los cambios microestructurales de la materia blanca se monitorearon con imágenes de tensor de difusión, un método de resonancia magnética que utiliza una técnica no invasiva para evaluar la integridad de la sustancia blanca cerebral
La plasticidad cerebral se determinó cuando la materia blanca de las cortezas somatosensoriales y visuales se reorganizaron y reforzaron sus conexiones en respuesta a la exigencia del nuevo aprendizaje.
Originalmente el estudio se realizó con invidentes a quienes se les observó la activación del área visual, la misma que a todos se les activa con la lectura, con la diferencia que los invidentes leen con el tacto.
Esto indica la habilidad de plasticidad del cerebro en cualquier edad del desarrollo humano y su adaptación a otras alternativas del aprendizaje.
El aprendizaje de los disléxicos
Considerando lo antes planteado, entonces se confirma que los programas de estimulación inducen cambios en el cerebro de niños con dislexia que intentan aprender a leer mediante métodos alternativos, sea globales, fonéticos, táctiles o kinestésicos.
Es posible que en un futuro cercano los disléxicos tengan su propio programa de aprendizaje distinto a los ya conocidos, tal vez con un cambio mínimo o amplio que aún no hemos logrado visualizar y su propia herramienta, código o tipo de lenguaje con el que puedan leer y expresar sus ideas con facilidad.
¿Qué tipo de lenguaje alternativo, código o programa se adapta con mayor facilidad al área alternativa del cerebro que asume el aprendizaje de la lectura y escritura en el cerebro de niños disléxicos? Queda abierta esta pregunta a las mentes curiosas dedicadas a la investigación.
Tal vez te interese Plasticidad cerebral y aprendizaje
0 Comentarios