Las habilidades perceptivo-auditivas son capacidades básicas que permiten al ser humano interactuar con su entorno y aprender de manera constante. Si alguna de ellas es disfuncional o deficiente, la persona podría experimentar dificultades para aprender a leer, escribir, realizar cálculos, comprender por esta vía y relacionarse con otros de manera dinámica y fluida. A continuación, se describen estas habilidades y su importancia en el desarrollo humano:
1. Agudeza auditiva
La agudeza auditiva es la habilidad para percibir y diferenciar los estímulos auditivos.
Un niño tiene una buena agudeza auditiva cuando responde funcionalmente a sonidos como el tictac de un reloj, juguetes sonoros que están fuera de su alcance visual, o cuando reacciona con movimientos posturales al escuchar su nombre. Estas respuestas indican que no presenta carencias auditivas significativas.
2. Decodificación auditiva
La decodificación auditiva es la habilidad para comprender sonidos o palabras habladas.
Un niño con esta habilidad bien desarrollada puede seguir instrucciones verbales, identificar los sonidos de animales y comprender el significado de nombres o verbos. Esto es crucial para el desarrollo del lenguaje y la comprensión.
3. Asociación auditivo-vocal
La asociación auditivo-vocal es la habilidad para responder verbalmente de manera significativa a los estímulos auditivos.
Un niño que posee esta capacidad puede asociar opuestos verbales (como "grande" y "pequeño"), completar frases, y dar respuestas verbales análogas, demostrando así una conexión funcional entre lo que escucha y lo que expresa.
4. Memoria auditiva
La memoria auditiva es la habilidad para retener y recordar información auditiva.
Un niño con buena memoria auditiva puede relatar experiencias del día anterior, recordar lo que comió, describir una película que vio o repetir un cuento que le contaron. Esta habilidad es fundamental para el aprendizaje y la consolidación de conocimientos.
5. Secuencialidad auditiva
La secuencialidad auditiva es la habilidad para recordar en orden correcto y con detalle una información auditiva previa.
Un niño con esta habilidad puede imitar sonidos específicos, relatar series de objetos o eventos, o repetir dígitos en el orden correcto. Esta capacidad es esencial para tareas que requieren organizar información de manera lógica y estructurada.
Aplicación y evaluación
Conociendo estas habilidades, se pueden usar como indicadores para evaluar la capacidad de aprendizaje del niño, determinar la necesidad de remitirlo a otros especialistas y diseñar programas de atención remediales y compensatorios.
Pruebas diagnósticas
Cada habilidad puede evaluarse mediante pruebas específicas, como:
•Agudeza auditiva: Audiometría o pruebas de respuesta a estímulos sonoros.
•Decodificación auditiva:Pruebas de comprensión de palabras y frases.
•Asociación auditivo-vocal: Ejercicios de completar frases y asociación de conceptos.
•Memoria auditiva: Repetición de historias, palabras o secuencias cortas.•Secuencialidad auditiva: Relación de eventos en secuencia o repetición ordenada de series de sonidos.
Remisiones especializadas
De acuerdo a la deficiencia detectada, se puede remitir al niño a:
•Audiólogo: Especialista en la evaluación y rehabilitación de problemas relacionados con la audición y el equilibrio. Este profesional se encarga de realizar pruebas auditivas específicas y diseñar terapias para mejorar estas capacidades.
•Otorrinolaringólogo (ORL): Médico especializado en diagnosticar y tratar afecciones del oído, nariz y garganta. Es especialmente recomendado en casos donde los problemas auditivos puedan estar relacionados con infecciones, pérdida auditiva severa o trastornos del equilibrio.
•Terapeuta del lenguaje: Profesional que trabaja en el desarrollo del lenguaje y la comunicación, ideal para tratar problemas en la decodificación auditiva o la asociación auditivo-vocal.
•Psicopedagogo o especialista en dificultades de aprendizaje: Encargado de evaluar cómo las dificultades auditivas afectan el aprendizaje. Diseña estrategias para fortalecer habilidades como la memoria auditiva o la secuencialidad, realiza adaptaciones curriculares y brinda apoyo emocional y estrategias prácticas a padres y docentes.
Actividades remediales
Algunas actividades para mejorar estas habilidades incluyen:
•Agudeza auditiva: Juegos de "caza sonidos" para identificar ruidos en el entorno.
•Decodificación auditiva: Uso de audiolibros y juegos de asociación de sonidos con imágenes.
•Asociación auditivo-vocal: Actividades de completar historias o canciones.
•Memoria auditiva: Repetición de historias y juegos de "teléfono descompuesto".
•Secuencialidad auditiva: Ejercicios de seguir instrucciones en varios pasos o juegos de memoria secuencial.
Actividades compensatorias
Cuando las habilidades no pueden desarrollarse completamente, se pueden implementar estrategias compensatorias como:
- •Uso de ayudas visuales y tecnológicas (aplicaciones educativas, pictogramas).
- •Instrucciones escritas o visuales para complementar las auditivas.
- •Repetición y refuerzo multisensorial para facilitar el aprendizaje.
Desarrollar y fortalecer las habilidades perceptivo-auditivas es esencial para garantizar que el niño pueda interactuar de manera efectiva con su entorno y alcanzar su máximo potencial de aprendizaje.
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